X
Ir al contenido principal

José Sosa
Senior Vicepresident Accidentes, salud y vida para América Latina 

A pocos días de cerrar este año, las señales de reactivación se están dejando ver cada vez con más fuerza, abriendo nuevas e interesantes perspectivas para el mundo asegurador. Una industria que, en estos complejos años, ha mostrado más resiliencia de lo que se anticipaba. 

Si el 2020 estuvo cargado de pronósticos sobre el posible impacto de la crisis sanitaria, el 2021 plasmó nuevas tendencias que seguramente perdurarán durante 2022 y por varios años más. Las prioridades de las personas y las empresas cambiaron y el “awareness” por la necesidad de contar con seguros que protejan diversos bienes se ha consolidado.

Un estudio reciente sobre las preocupaciones de los latinoamericanos realizado por Chubb (con 1.728 encuestados en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú y Puerto Rico) muestra que el interés por contar con un seguro se arraigó durante la pandemia. El 65.7% de los individuos encuestados afirmó haber revisado a detalle la cobertura de su o sus pólizas en el momento de la investigación, casi el 80% aseguró no haber solicitado modificaciones de su seguro, y solo el 7.2% lo hizo migrando de una póliza a otra.

Paralelamente, observamos un fortalecimiento en el mercado se seguros para el hogar. El mayor tiempo que las personas pasaron en sus casas, debido al trabajo remoto y las cuarentenas, ayudó a que tomaran más conciencia del valor que tiene proteger su espacio personal y su patrimonio. En el mismo estudio citado anteriormente, prácticamente la mitad de los encuestados (48.2%) declaró un aumento en la preocupación por posibles incendios y robos dentro de sus viviendas. Como resultado, la demanda por seguros de contenido y de estructura para el hogar ha ido creciendo de manera sostenida. Se trata de una gran oportunidad para fortalecer las políticas de venta cruzada, por ejemplo, llegando con seguros de las líneas personales a sus clientes corporativos.

Además, mientras aumentaron las solicitudes por seguros personales de accidentes y salud, muchas empresas en la región se vieron obligadas por ley a adquirir primas con cobertura frente al coronavirus, incrementando la demanda por este tipo de seguros desde el mundo corporativo.

Los seguros de vida también van al alza. Un estudio reciente realizado por la firma estadounidense Limra y dado a conocer a mediados de año da cuenta de esta tendencia, particularmente en los segmentos medios. Según sus hallazgos, difundidos por The Wall Street Journal, la venta de este tipo de seguros en Estados Unidos venía bajando de manera sostenida a partir de 1983. En 2020 se produjo el primer aumento (un tímido 2%), para llegar a un promedio de 11% en la primera mitad de 2021. Si bien no hay cifras posteriores, los especialistas citados en el estudio de Limra aseguran que el cambio de mirada permanecerá por años, abriendo grandes posibilidades para la venta.

Es, sin duda, un tiempo para ir por los nuevos mercados emergentes. Este año, nuestros agentes y corredores en México, Ecuador y Argentina han tenido experiencias particularmente exitosas, abordando estos nuevos mercados que se expresan tanto en las líneas de seguros personales como en el de los corporativos, pero principalmente en un nuevo nicho que creció en pandemia y que mezcla ambos mundos: el profesional independiente. Un hijo del auge de la economía gig, sobre la que hablamos en el artículo central de esta edición, que demanda los seguros de transporte, salud y viajes que antes se vinculaban únicamente con el mundo de las pymes o las grandes corporaciones.

Ya llega un nuevo año y con él, estas y otras oportunidades para crecer sin límites. Los invito a sumarse a esta tendencia para construir juntos un 2022 lleno de éxitos, salud y posibilidades de desarrollo.